diciembre 23, 2006

IV: Lima

Tres veces coronada, La Rosa del Pacifico descansa entre los andes y la costa. 154 m. la elevan de las aguas, Lima mira al suroeste un mar de tonos verdes y azules profundos. Nombrada La Ciudad de los Reyes por el conquistador Pizarro el 18 de Enero de 1535, fue la capital del virreinato del Perú, parte de lo que hoy es Ecuador, Perú y Chile; Sin embargo, el valle donde se asienta la ciudad tiene vestigios humanos con 12000 aňos de antigüedad. La fusión cultural español indígena fue distinta a lo que sucedió en México, los españoles se casaron con la nobleza Inca para generar los señoríos de la nueva sociedad colonial, ahí esta el ejemplo de Gracilazo de la Vega, hijo de una princesa Inca y de un español.

El centro esta lleno de palacios de la colonia. El estilo barroco y neoclásico se alternan de fachada en fachada, de balcón en balcón. La catedral, el palacio de gobierno y portales rodean la plaza mayor, centro de las trece por nueve calles originalmente trazadas en su fundación. La iglesia y convento de San Francisco muestran la soberbia del barroco en sus salas, coros, bibliotecas y jardines. También tiene la Universidad Nacional de San Marcos, fundada en 1551 z que es hoz la máxima casa de estudios del Perú.

Al sur del centro están los barrios de Miraflores y Barranco, donde están las viejas casas de verano de los señores de la colonia. Miraflores es hoy la zona rosa de la Lima. El parque Kennedy es su centro y desde ese punto el mar esta a menos de 2 kilómetros. Playas comerciales, cafés, hoteles, centros nocturnos, casinos y parques llenos de niños, jóvenes, familias y turistas. Algún aficionado canta baladas en una plaza, mientras entre extraños bailan una o dos canciones las tardes del sábado. Flores en todas las jardineras, moradas, amarillas y rojas. En el malecón los novios se toman fotos entre citas y leyendas de enamorados famosos. El mar llama a dominar las olas en tablas. Barranco es menos turístico y con mejores playas. Neoclásico totalmente, parece una ciudad distinta de lo que se ve en el centro andino o en el moderno Miraflores. Por las calles, viejas casas indescriptiblemente melancólicas. Sus terrazas tienen un aire antiguo, como de lago que ha tenido suficientes experiencias.

La mejor forma de expresar la mezcla cultural de la región es a través de su comida. Se pueden encontrar platos criollos, del mar, comida “chifa” (resultado gastronomico de la migración China), platillos indígenas así como las nuevas corrientes que surgen de las escuelas culinarias Limeñas. Salsas ácidas, con ostiones, agridulces, con especias, picantes, dulces, saladas y todo es motivo para agregar. Panecillos en formas de trenzas y donas. Tamales en hojas de plátano o de maíz. Para la sed, emoliente, una chicha morada bien fría o jugos de frutas misteriosas como Lúpulo y Quinua. Granos de todos los colores, tamaños y sabores. Chicharrón de camarón, caldos de almejas, cebiches, Lomo saltado, Seco de Res, todo para llorar de la dicha.

La sensacion que me genero la ciudad fue de retorno. Era como si volviera a la ciudad despues de un viaje largo, mi regreso. Origen y cambio; Lima expresa en miles de facetas su pasado de imperio, colonia e independencia, mientras continua su lento proceso de mestizaje en este inmenso mortero de mar, andes y tradición.

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