Bogotá vibra a 2640 m sobre el mar con sus más de 6 millones de habitanes. La humedad se respira, los cerros de Monserrate y Guadalupe observan silenciosos la urbe que se extiende en el Oeste. Hace 470 años que fue fundada por Gonzálo Jiménez de Quezada como Santa Fé, aunque en el valle habían asentamientos indígenas. La candelaria es el centro histórico y cultural de la ciudad, sus edificios hablan de la colonia y la riqueza del oro. Hoy alberga galerias de arte, bibliotecas, museos, universidades y cafés; en este barrio conviven la vida cultural, política y de negocios de la capital. La plaza bolívar es el corazón simbólico de la Candelaria, ahí se encuentra la catedral, la alcaldía de la ciudad, que según me informaron, es idéntica a la de Madrid, el palacio de justicia y el capitolio.
El Museo del Oro es un símbolo nacional, muestra la brillante orfebrería precolombina, impresionantes dijes, pulseras, pecheras, puntas de bastones, coronas y más objetos que elaboraban los antiguos pobladores de este valle y de otras regiones de Colombia. El Museo del Banco de la República comprende la Casa de la moneda, el museo de arte moderno de la répública y el museo Botero, con una colección personal que incluye a otros pintores y escultores de renombre mundial. Ambos museos son una muestra de la importancia que la ciudad da al fomento de la cultura.
Caminando por sus calles, se siente la lluvia en el rostro, que es un elemento de convivencia constante . Hay veces que parece que la gente ha olvidado la lluvia, y siguen recorriendo las húmedas aceras de Santa Fe. En las noches, la candelaria es tomado por sus habitantes en cafés, bares y plazas al este y oeste de la carrera séptima. Sacos largos, abrigos, bufandas y gorros se ven portados por toda la ciudad, sin embargo Bogotá no se caracteriza precisamente por la alegría de su gente. La torre Colpatria muestran otra rostro aèreo de la ciudad. Desde dicha torre hasta el Museo Nacional, la septima atravieza parques, centros de convenciones, el planetario, el museo de arte moderno, bibliotecas y la plaza de toros.
Caminando por la Carrera 11 entre la 100 y la 70 aproximandamente està la zona rosa de la ciudad. Área de negocios, oficinas, restaurantes, centros comerciales y parques. Cada esquina de la cr 11 tiene una sombrilla multicolor con frutas picadas. Hombres de traje y mujeres de gabardina caminan con prisa conviertiendo la carrera en pasarela. El parque de la 93 está llena de cafés, bares y restaurantes con terrazas de techos y paredes transparentes, sillas y mesas de lineas delgadas, con el acero predominando en escena. Caminando por el àrea puedes encontrate con parques que alternan hortencias, orquìdeas multicolores, pinos y cesped. No faltan los canales con bancas de piedra dònde la gente se sienta a tomar un tinto o a fumar un cigarrillo. Esta es el àrea de los grandes bancos, casas diseñadoras y corporaciones. Hay manzanas completas de casas tipo chalets recubiertas de ladrillos con dos plantas, chimeneas y blancas ventanas que sobresalen en medios hexagonos de la fachada, como barrios ingleses o alemanes.
El espìritu cosmopolita de Bogotà rescata lo propio, lo colombiano, mientras mira al exterior y proyecta su cultura al mundo. Bogotà, la atenas americana.
noviembre 12, 2006
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